La homosexualidad en el continente africano se ha convertido en un tema tabú en muchos contextos modernos, y varios líderes africanos, como el ugandés Yoweri Museveni, afirman que las identidades LGBTQIA+ son una importación occidental y van en contra de la "cultura africana". Sin embargo, estas opiniones no tienen en cuenta la historia más profunda del continente. En realidad, la homofobia en África tiene sus raíces en el legado del colonialismo, en lugar de ser un aspecto inherente a las sociedades africanas.
El legado del colonialismo
Las potencias coloniales impusieron rígidas normas de género y leyes que penalizaban la homosexualidad en toda África. Estas leyes, basadas en doctrinas cristianas europeas, eran ajenas a las prácticas diversas y fluidas que habían existido durante siglos antes de la colonización. Al explorar las sociedades africanas precoloniales, queda claro que la homosexualidad y las identidades de género no binarias no sólo estaban presentes, sino que eran aceptadas en diversos contextos culturales.
Pruebas del antiguo Egipto
Uno de los ejemplos más destacados de homosexualidad en el África antigua puede verse en el arte egipcio. La tumba de Niankhkhnum y Khnumhotep, dos hombres abrazados como amantes, es un testimonio de las relaciones entre personas del mismo sexo en el Antiguo Egipto. Además, el concepto de un tercer género o expresión andrógina era reconocido y a menudo venerado, no sólo en Egipto sino también en otros reinos africanos.
Identidades sexuales y de género diversas en África
Imbangala de Angola: En el siglo XVI, los imbangala aceptaban a los hombres que vestían ropa de mujer y vivían entre sus esposas. Esto demuestra un enfoque fluido de los roles y las relaciones de género.
Igbo y yoruba de Nigeria: Los igbo y los yoruba no se basaban en un binario de género rígido. El género no se asignaba a los bebés al nacer, sino que se determinaba más adelante en función de los roles sociales y los atributos personales.
Dagaaba de Ghana: El pueblo Dagaaba asignaba el género basándose en la energía que presentaba una persona, más que en su anatomía, mostrando una profunda comprensión del género como un espectro.
Rey Mwanga de Buganda
Una de las historias más apasionantes es la de Buganda (actual Uganda) y su último monarca antes de la colonización, el rey Mwanga II. A finales de la década de 1880, el rey Mwanga era un gobernante abiertamente homosexual que se resistía a la creciente influencia de los misioneros cristianos y los colonizadores europeos. Cuando los misioneros intentaron convertir a su pueblo, Mwanga ordenó su ejecución para preservar el modo de vida de su reino.
Esta narración histórica se ha tergiversado con el tiempo, y las interpretaciones coloniales enmarcan la sexualidad de Mwanga como un fallo moral. Sin embargo, su resistencia a la colonización y a la imposición cristiana en Buganda pone de relieve la existencia y aceptación de la homosexualidad antes de la influencia occidental.
La homosexualidad no era "antiafricana"
Los ejemplos anteriores demuestran que la homosexualidad no era algo fuera de lo común en el África precolonial. El género y la sexualidad se veían a través de lentes diversas y culturalmente específicas, muy alejadas de las normas binarias introducidas por los colonizadores europeos.
Lecturas complementarias
Los interesados en conocer mejor esta fascinante historia pueden leer libros como Esposas y maridos y Keniata, Cristiana, Queer. Además, participar en excursiones o experiencias culturales que ahonden en esta rica historia puede proporcionar una visión más profunda del pasado precolonial de África.
La homofobia puede ser ruidosa en el África actual, pero la historia cuenta una historia diferente: una de fluidez, aceptación y resistencia a las imposiciones coloniales. Es hora de reivindicar estos relatos y comprender la verdadera diversidad de las identidades africanas.
La homosexualidad en África se ha convertido en un tema tabú en muchos contextos modernos. Algunos líderes africanos, como el ugandés Yoweri Museveni, afirman que las identidades LGBTQIA+ son una importación occidental que contradice la "cultura africana". Sin embargo, estas opiniones ignoran la historia del continente. La homofobia en África es el resultado del colonialismo, no un aspecto inherente a las sociedades africanas.
Las potencias coloniales impusieron rígidas normas de género y leyes que penalizaban la homosexualidad en toda África. Estas leyes, basadas en doctrinas cristianas europeas, eran ajenas a las prácticas diversas y fluidas que habían existido durante siglos antes de la colonización. La homosexualidad y las identidades de género no binarias no sólo estaban presentes, sino que eran aceptadas en diversos contextos culturales del África precolonial.
Las pruebas de la homosexualidad en el África antigua pueden verse en el arte egipcio. La tumba de Niankhkhnum y Khnumhotep, dos hombres abrazados como amantes, es un testimonio de las relaciones entre personas del mismo sexo en el Antiguo Egipto. El concepto de un tercer género o expresión andrógina era reconocido y a menudo venerado, no sólo en Egipto sino también en otros reinos africanos.
En el siglo XVI, los imbangala de Angola aceptaban que los hombres vistieran ropas femeninas y vivieran entre sus esposas. Esto demuestra un enfoque fluido de los roles y las relaciones de género. Los igbo y los yoruba de Nigeria no se basaban en un binario de género rígido. El género no se asignaba a los bebés al nacer, sino que se determinaba más adelante en función de las funciones sociales y los atributos personales. Los dagaaba de Ghana asignaban el género en función de la energía que presentaba una persona, en lugar de la anatomía, lo que demuestra una profunda comprensión del género como un espectro.
Una de las historias más apasionantes es la de Buganda (actual Uganda) y su último monarca antes de la colonización, el rey Mwanga II. A finales de la década de 1880, el rey Mwanga era un gobernante abiertamente homosexual que se resistía a la creciente influencia de los misioneros cristianos y los colonizadores europeos. Cuando los misioneros intentaron convertir a su pueblo, Mwanga ordenó su ejecución para preservar el modo de vida de su reino.
Esta narración histórica se ha tergiversado con el tiempo, y las interpretaciones coloniales enmarcan la sexualidad de Mwanga como un fallo moral. Sin embargo, su resistencia a la colonización y a la imposición cristiana en Buganda pone de relieve la existencia y aceptación de la homosexualidad antes de la influencia occidental.
Estos ejemplos demuestran que la homosexualidad no era algo fuera de lo común en el África precolonial. El género y la sexualidad se veían a través de lentes diversas y culturalmente específicas, muy alejadas de las normas binarias introducidas por los colonizadores europeos.
La homofobia puede ser ruidosa en el África actual, pero la historia cuenta una historia diferente: una de fluidez, aceptación y resistencia a las imposiciones coloniales. Es hora de reivindicar estos relatos y comprender la verdadera diversidad de las identidades africanas.