Cuando visite el parque infantil de Volkspark Friedrichshain, es posible que sienta algo raro. Está dando extraño. Está dando Croods. Está dando... marcha atrás. Hablemos de ello.
Quizá el concepto le resulte familiar por las viejas películas de vaqueros. Algunos grupos indígenas utilizaban los tipis como parte de su modo de vida, pero es fundamental comprender que las culturas indígenas son increíblemente ricas y diversas. Sus historias se remontan a miles de años, con muchas formas de vida únicas, y el tipi es sólo una pequeña parte de esa historia.
Sin embargo, las representaciones de los pueblos indígenas, como la "aldea tipi" de este parque infantil, pueden perpetuar estereotipos perjudiciales. Para entender por qué, demos un paso atrás y analicemos las ideologías coloniales de las que suelen derivar estas representaciones.
En 1735, Carl Linnaeus -conocido como el padre de la taxonomía- clasificó a los humanos en categorías basadas en la raza: blancos, rojos, amarillos y negros. Los indígenas fueron etiquetados como la "raza roja" y, al igual que los demás excepto los europeos blancos, fueron considerados "mentalmente subdesarrollados".
Aquí es donde las cosas empiezan a ponerse problemáticas. Se infantilizaba a los indígenas y se les comparaba con los niños: se les veía como salvajes, ruidosos e incivilizados. En un patio de recreo, los niños se comportan de forma juguetona, enérgica y caótica, lo que puede parecer inofensivo. Pero en este caso, esa comparación sirve para reforzar una mentalidad colonial de inferioridad, al presentar a los indígenas como menos capaces o menos "avanzados" que sus homólogos blancos.
Lo que parece una caprichosa zona de juegos se convierte de repente en una herramienta de borrado histórico y cultural, perpetuando estereotipos que minimizan perjudicialmente la sofisticación y humanidad de las culturas indígenas.
No se trata sólo de los parques infantiles. Piense en esto: durante la temporada de carnaval en Alemania, hay una canción popular con una letra que, si se examina de cerca, perpetúa estereotipos dañinos. Puede que a algunos les parezca una diversión inocente, pero la historia subyacente es todo lo contrario.
Los colonos europeos cometieron genocidio contra los pueblos indígenas de toda América. Se calcula que en 100 años, 56 millones de indígenas fueron asesinados en América del Sur, Central y del Norte.
Estos marcadores culturales -ya sea una canción, un parque infantil o una representación aparentemente desenfadada- minimizan la escala y la gravedad del racismo y la violencia colonial. Para quienes no pertenecen a las comunidades afectadas, estos relatos pueden parecer inofensivos, pero no lo son en absoluto.
El racismo prospera cuando se le resta importancia o se disfraza de diversión inofensiva. Reconocer y afrontar estas formas sutiles pero insidiosas de racismo es esencial para fomentar la igualdad y la justicia. Desvelando estas verdades, podemos desafiar el statu quo y crear un mundo más equitativo.
¿Quiere profundizar en estas cuestiones? Acompáñanos en nuestro recorrido descolonial por el Barrio Africano de Berlín. Nos sumergiremos en la historia, el contexto y el impacto del colonialismo y el racismo, proporcionando una comprensión más profunda de temas como éste. Desentrañemos las historias, enfrentémonos a las verdades incómodas y trabajemos juntos por el cambio.
Permanezca atento a nuestro próximo blog, en el que descubriremos otras formas de disfrazar y restar importancia al racismo en la vida cotidiana.