Cuestionamos cuatro afirmaciones comunes que los (blancos) ya no deberían decir.

Un llamamiento a la sensibilización contra el racismo

"No soy racista"

En un mundo que lucha contra problemas sistémicos, decir "yo no soy racista" es inapropiado. Es importante comprender que reconocer la existencia del racismo en nosotros mismos no nos convierte en personas terribles per se. Por el contrario, reconocer los prejuicios interiorizados es el primer paso para desmantelar el racismo sistémico.

"No veo ningún color".

La expresión "no ver el color" es peligrosa porque niega las diversas experiencias de individuos y grupos enteros de personas. En ellas influye mucho el color de la piel. A menos que la persona sea clínicamente daltónica, se le pide que se comprometa con estas diferencias. Pide a las personas que se comprometan con estas diferencias, reconozcan sus propios privilegios y trabajen activamente por el cambio social.

"No era mi intención hacerte daño".

Aunque es bonito que una gran parte de la sociedad sea educada para amar a todas las personas por igual, con este artículo y las visitas guiadas demostramos que todos tenemos prejuicios interiorizados que están moldeados por formas de pensar coloniales. Por ello, el mero rechazo del racismo es, por desgracia, insuficiente. Para deconstruir el racismo es necesario adoptar activamente una postura antirracista.

"Si hubiera dicho o hecho algo contra el racismo, los demás podrían verme como agresivo o mezquino".

Hay que reducir el miedo a ser percibido como agresivo cuando se aborda el racismo. Te animamos a que reevalúes tus relaciones y des prioridad a quienes también están comprometidos con la justicia. Te animamos a rodearte de personas que te apoyen en tu postura antirracista.