Cómo Twitter y los gases lacrimógenos cambiaron mi visión de las redes sociales y los movimientos sociales

A menudo oímos que las redes sociales son, o bien la razón de nuestro aislamiento y desconexión, o bien una herramienta de conexión definitiva, que permite saber lo que ocurre en cualquier lugar y en cualquier momento. Pero, ¿hasta qué punto es cierto, especialmente cuando se trata de movimientos colectivos? Hoy quiero presentarles un libro que me ha aportado nuevos conocimientos sobre cómo las redes sociales pueden ayudar y frenar a los movimientos sociales y culturales.

El libro, Twitter y Teargas, fue escrito en 2017 por Zeynep Tufecki, académica con raíces turcas y formación en programación. El trabajo de Tufecki profundiza en el impacto de las tecnologías digitales en la política, y en Twitter y Teargas, examina cómo los medios sociales dan forma a los movimientos colectivos a partir de grandes ejemplos como la Primavera Árabe a principios de la década de 2010 y el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos durante los años 50 y 60.

Una multitud que sostiene un smartphone mientras los pájaros vuelan en un entorno urbano simboliza los movimientos sociales.
Siluetas negras de personas que sostienen tabletas en el aire sobre un fondo brillante y borroso.

Tufecki sostiene que no podemos evaluar los movimientos actuales de la misma manera que los anteriores a las redes sociales. ¿Por qué? Porque las formas en que los movimientos señalan el poder y presionan para el cambio se han transformado. Con plataformas de medios sociales como Instagram y TikTok, todo gira en torno a vídeos e imágenes breves y llamativos que consiguen más alcance en función de la participación. Esta configuración cambia la forma en que nos organizamos, difundimos información e incluso quién puede participar en estos movimientos. Las personas que no pueden publicar con regularidad o no tienen acceso a la tecnología para hacerlo a menudo quedan excluidas, lo que limita las voces que se escuchan.

La obra de Tufecki es de lectura obligada si se quiere comprender tanto el potencial como los escollos de las redes sociales para el activismo moderno.

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